jueves, 23 de abril de 2015
** FELIÇ SANT JORDI!!
Hoy se celebra Sant Jordi en Cataluña, ese día maravilloso que envidio desde que tengo uso de razón. Y es que desde que tengo uso de razón adoro leer y aún adoro más que me regalen libros. Creo que es un detalle lleno de estilo, de buen gusto y de elegancia. ¡Me encantan los libros! Y eso que confieso- en voz bajita y no sin un poco de rubor- que también tengo un e-book, porque es uno de los inventos más cómodos y manejables que ha llegado a mis manos en los últimos tiempos :-))))
Por ende, me causan admiración las personas que escriben, que plasman con palabras vivencias, sentimientos, y locuras y que crean magia de la nada. Me entusiasman. Me fascinan. Y es que escribir es una especie de exorcismo íntimo que posiciona al escritor en el diván de los sortilegios.
Me recuerdo a mí misma con un libro cerca desde bien pequeña; en el cole disfrutaba haciendo los trabajos de lengua y literatura (estudié la EGB, en donde los clásicos eran obligatorios y había que leer muchísimos libros, al menos en mi cole); y a lo largo de mi juventud era capaz de llevar el hilo de dos o tres libros a la vez. Ágatha Christie ha sido (y sigue siendo) una de mis escritoras de cabecera, junto con Pedro Salinas y Bécquer. Momo, La historia interminable, Los escarabajos vuelan al atardecer y la Casa de verano los recuerdo con absoluta devoción literaria, además de muchísimos títulos de Los Cinco, entre otros. Más tarde llegaron Matilde Asensi y Julia Navarro, de las que me declaro fan incondicional. En un momento leí bastante a Isabel Allende, a Gala, a Ana Mª Matute, a Ruiz Zafón, a Vázquez Figueroa y a un largo etc. más o menos conocidos. Confieso que también he leído a Dan Brown y últimamente a Glenn Cooper, cuya lectura que me agrada sobremanera.
Así que sí, los libros -la lectura, en términos generales- ha sido y es parte fundamental de mi historia. Leer es unos de mis hobbys más auténticos y aunque también leo mucho de temas meramente profesionales -anatomía, manipulaciones, ejercicios de rehabilitación, educación...-, siempre me dejo un ratito cada día para disfrutar de lecturas más livianas. Tengo unos cuántos libros en lista de espera; hoy me habría encantado pasearme por Barcelona para hacerme con algún ejemplar. No ha podido ser. A ver si el año que viene...
La verdad es que no concibo la vida sin leer (ni sin escribir), al igual que no concibo el saloncito sin ternura. Así que os espero al calor de la magia y de la confianza que depositáis en mí. Gracias, por cierto. Muchísimas gracias a tod@s.
Mil besos.
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