Muchas veces me preguntáis cómo es un masaje y siempre os digo que explicar un masaje es casi imposible, teniendo en cuenta, además, que cada persona es un mundo y que cada masaje, por ende, es irrepetible. No siempre estamos en la misma onda, no siempre venimos con la misma carga emocional o con las mismas necesidades; así que un masaje puede convertirse en una conversación tierna, en una caricia infinita o en un espacio para el desahogo. Lo único que es importante es que os sintáis a gusto y en paz.
Y aunque siempre os doy las gracias por confiar en mi -que sois muchos y algunos ya lleváis conmigo unos cuantos años-, hoy permitidme un pequeño agradecimiento especial a quien el otro día tuvo la gentileza de obsequiarme unos bombones maravillosos que son el deleite de cualquier paladar goloso ;-)))) Gracias de corazón.
Ya estamos en otoño, una estación que se hace un poco cuesta arriba a medida que oscurecen los días y vemos que el fin de año se acerca con prisa. No descuidéis la alimentación, haced deporte -por aquello de regalarnos un extra de endorfinas- y dejaos mimar en el saloncito para recargar las pilas. Sois bienvenidos :-)
Y a disfrutar de cada pequeño regalo que la vida nos pone en el camino.
¡¡Mil besos dulces!!