martes, 12 de noviembre de 2013

** ASÍ, LA VIDA MISMA...

(Por y para nosotras)

Cero...




Ligar es un acto de fe, no cabe duda. Volver al mercado, volver a empezar. Tener la convicción de que merecemos a alguien especial en nuestra vida es hermoso aunque tiene sus riesgos. Porque cuando nos lanzamos a soñar, corremos el peligro de que nos lastimen la autoestima. Y curar esa herida no es fácil, las cosas como son. También es verdad que si no soñamos, no ponemos color a nuestra vida (y algunas nos quedamos hasta sin rizos ;-DDD). Hay que creer. Y crecer. Y apostar. Y arriesgar. Aunque dé vértigo.

La verdad...




Y es curioso cómo vuelven a nosotros todos los miedos que teníamos guardados en el fondo de un cajón; vuelven la inseguridad, la indecisión, la desconfianza, la cobardía; vuelve la torpeza, la versión menos sugerente, la sobreactuación. Y perdemos oportunidades de oro para poner nuestras cartas sobre la mesa. Porque atrincherados sabemos que el corazón queda protegido. Y nos volvemos tremendamente precavidos... y grises.


Caminar...




Hay que lanzarse. Si sale mal, quizá no era nuestro camino. O quizá el propio fracaso nos pone en la dirección correcta. Si sale bien, habremos allanado el camino hacia la felicidad. Que al final es el objetivo que todos perseguimos. Cada cual desde nuestra pequeña atalaya...


Qué bonita la vida....




Así que, ánimo.
Hay que ponerse en camino, siempre.
Y volver a intentarlo las veces que haga falta.
Aunque nos fallen las fuerzas y el ánimo,
aunque no confiemos, aunque veamos el abismo antes que el horizonte.
Avanzar. Soñar. Confiar.
Seguro que el oasis está más cerca de lo que imaginamos...

Paz y bien, mis chic@s.
¡¡Os espero!!




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