sábado, 27 de julio de 2013

** LA VIDA ENTRE LÍNEAS



Nadie dijo que vivir fuera fácil -que no lo es en absoluto- y muchísimo menos lo es relacionarnos con las personas. Somos complejos, per se, porque venimos con nuestras peculiaridades de serie; y si a eso le añadimos una comunicación turbia junto con una autocrítica deficiente, el resultado final roza la locura. Luego ya depende de las ganas que le pongamos, de la paciencia, del cariño, de cuánto seamos capaces de relativizar. Pero debe quedarnos claro que no siempre podemos conseguir aquello que ansiamos.

Hombres y mujeres somos opuestos en muchas, muchísimas cosas (además de las diferencias personales, claro está). Las mujeres casi siempre nos decantamos por lo afectivo, por lo pasional, por aquello que nos hace sentir especiales y únicas. Los hombres casi siempre os movéis por instintos más primarios y mucho menos complejos, con una tendencia pasmosa (aunque admirable en algunas ocasiones) a simplificarlo todo. A veces en exceso. Y puede ser que nosotras lo compliquemos todo. A veces en exceso.




Así que, como siempre, la magia surge en el equilibrio. En encontrar a quien nos estabilice y nos aporte, a quien nos haga ver nuestro interior más íntimo, a quien nos cuestione sin juzgarnos. Alguien que nos haga sentir admiración. Porque creo que no hay amor sin un poco de fascinación, de encanto, de idolatría incluso.

Difícil tarea, la vida.
;-)

Mucho más fácil es que os regaléis un ratito de ternura en el saloncito;
un ratito de paz,
de orden -alejados del caos diario-;
un ratito de encantamiento compartido.
Parar.
Sentir.
Recibir...

¡¡Felíz fin de semana!!





...no sé restar 
tu mitad a mi corazón...

1 comentario:

Aran dijo...

en cualquier caso, fue muy rico... muy rico muy rico todo lo que me diste..

gracias
(volveré)