miércoles, 28 de noviembre de 2012

** EBANISTERÍA P'AL CUORE



Una de las peores cosas que nos puede ocurrir es quedarnos estancad@s en el pasado; estancarn@s en un amor acabado, una amistad perdida, una vida que ya no volverá. Normalmente nos aferramos al recuerdo edulcorado y redecorado que nos queda almacenado en el corazón y como nos empeñemos, nos dejamos morir poco a poco. Creo firmemente que hay personas que enferman de amor.

Somos hábiles haciéndonos daño; nos engañamos, nos inventamos una esperanza que, por regla general, nos lleva al infierno. A corto, medio y largo plazo. Y lo triste de todo es que, mientras perdemos las ganas de reír, es más que probable que dejemos pasar trenes que podrían llevarnos a destinos maravillosos. Puertas que dejarían entrar aire fresco, aire limpio. Pero si toca de no, toca de no. Modo off. Y ya puede venir quienquiera que sea (incluído Pepito), que nos va a dar lo mismo. La respuesta solo está en nuestra mano.



Un clavo saca a otro clavo. O al menos eso dice el dicho. Yo no lo he tenido muy claro nunca, la verdad; quiero decir que sin saber de ebanistería, no sé si esa es una fórmula que funcione. Al menos no siempre. Es más, hay martillos que llevan una especie de "tirador" especial para sacar los clavos rebeldes. O los clavos que las chapuceras como yo, colocamos el día que nos da por jugar a ser manitas (sin serlo, claro ;-D). Sea como fuere, es verdad que una ilusión nueva nos ayuda a superar amores dolientes; pero también es verdad que no siempre dejamos que alguien nuevo nos llegue al alma sin haber pasado página antes. O cambiado de libro, incluso. Un poco pescadillaquesemuerdelacola. Todo depende del nivel de masoquismo y autosabotaje que nos permitamos. A veces, nivel infinito.



Así pues, si estáis pasando un momento complicado, duro o tristón, os invito a que os paséis por el saloncito a regalaros un ratito de ternura, de dulzura y de paz.
Os espero con los brazos abiertos.
Con toda mi pasión.

Abrigaos, mis chic@s.
Que el frío siberiano este quiere hacerse notar.
¡Mil besos!



(me abriste una herida
y me echaste alcohol...)


1 comentario:

Óscar Sejas dijo...

La vida sigue y hay que avanzar. Yo siempre tuve la teoría de que en el mundo hay millones de personas. ¿No es acaso triste saber que no vas a conocer ni al 0,01% de todos esos millones?

Tiene que haber flores entre el acero. Sólo hay que seguir buscando sin rendirse nunca, a fin de cuentas, no dejarse vencer por la derrota.

Saludos.