Vaquerizo, claro.
Esto es un titular y lo demás, bobadas.
«Olvido es mi alma gemela y encima está muy buena»
Sin duda hay cosas que no comparto de su forma de pensar y de ver la vida, pero me rindo ante él como personaje y como hombre inteligente. Y como todo hombre inteligente, resulta interesante y lleno de magia.
Mmmmmmm....
MARIO VAQUERIZO CANTANTE Y MANAGER
«En lo único que noto la diferencia de edad con ella es en el tema de los hijos», confiesa el marido de Alaska
El amor tiene muchas caras y la felicidad muchos caminos; así que Mario Vaquerizo y Olvido Gara (Alaska) son una pareja como otra cualquiera. Este año se cumple el décimo aniversario de su primer beso y ellos estarán celebrándolo ahora mismo «en algún hotelito». Vaquerizo, además de marido de Alaska, es su representante, y también del grupo Fangoria y de la actriz Elsa Pataky, así como el jefe de prensa de Leonor Watling. Pero su vena más creativa la vuelca en 'Las Nancys Rubias', grupo que ya va por su segundo disco.
-Se autodenomina 'Nancy anoréxica'. ¿Lo es?
-No, pero como muy poquito, he educado a mi estómago para no atiborrarme. Y creo que no hago daño a nadie diciendo que abogo por la delgadez extrema. Yo he sido un niño gordo, que tenía muchos problemas de salud y de colesterol, y decidí adelgazar y estar en el infrapeso. Desde entonces, estoy mucho más saludable, mucho más guapo y puedo correr, cosa que antes no hacía. La anorexia es un problema mental que está en uno mismo. No hay que culpar a la sociedad.
-¿Cuánto pesa?
-62 kilos. Y mido 1,80. Tengo una delgadez extrema, pero no por ello estoy enfermo. No porque una modelo sea de constitución delgada hay que culparla. A mí lo que han hecho con Cibeles me parece un insulto a la inteligencia humana. Y desde aquí aplaudo a Eugenia Silva, que se negó a pesarse.
-¿Es más representante que cantante?
-En realidad, soy periodista. Desde muy joven empecé entrevistando a la gente que admiraba. La vida me fue llevando a trabajar en una casa de discos, que es donde conocí a mi mujer, Olvido. Me casé con la estrella de la compañía y me echaron.
-¿Le echaron por eso?
-Lo digo de broma, cariño. Es que soy muy irónico hablando. Terminé una etapa como promocionero, empecé a ser manager de Fangoria y luego conocí a Elsa Pataky y ella me propuso que fuera su representante. Ya llevamos casi ocho años... Yo soy un adicto al trabajo, aunque para mí no es trabajo, porque sólo hago lo que me gusta. Eso sí, me levanto a las siete de la mañana, porque ante todo soy muy disciplinado. Con disciplina se consiguen muchas cosas.
-¿Olvido ya le enamoraba antes de conocerla?
-No era especialmente fan de Alaska. La conocía, porque ella es la mujer más famosa de España, pero yo tenía otras 'sex-symbols'. Lo que pasa es que al conocerla descubrí un alma gemela, una persona que hablaba mi mismo idioma al cien por cien; una persona con la que puedes charlar de Antropología y a la vez le encanta el universo de Las Vegas. Una persona carente de prejuicios y nada fundamentalista, que es como soy yo. A mí me cambió la vida. La conocí con 25 años y fue un flechazo. Pero así, ¡flash! Fue encontrar a una mujer con la que compartes todo, y encima está muy buena.
Sorpresa
-Son una pareja compenetrada...
-Sí, y ahora hacemos diez años juntos. Siempre celebramos los dos aniversarios, el día que nos dimos el primer beso, que es el 10 de junio, y el día de nuestra boda en Las Vegas, que fue el 29 de noviembre. Cada vez le toca a uno preparar una sorpresa para el otro. Así que yo estoy expectante porque este domingo no sé dónde me llevará mi mujer. Iremos a un hotelito a celebrarlo, es lo que solemos hacer.
-¿Cómo fue su boda en Las Vegas?
-Fenomenal. Nos casamos solos. Yo me alquilé un traje y me vestí de Elvis. Ella quería haberse vestido de Dolly Parton, pero no le salió muy bien porque no encontró el traje adecuado. Esperaba ver a mucha gente vestida de Elvis por la calle en Las Vegas. Y nada. Al contrario, la gente me miraba a mí.
-¿Le ha dicho alguien que esa boda no es seria?
-¿Sabe lo que pasa? Que me da pereza tener que justificarme todo el tiempo. Lo serio es el compromiso que adquieren dos personas, lo que digan los demás sobra. Lo mejor que he podido hacer en la vida es casarme con Olvido. Fue el día más feliz.
-Alaska ha dicho alguna vez que le da pereza tener hijos.
-Ambos nos hemos criado en un matriarcado. Yo me crié con mi abuelita, a la que echo mucho de menos, con mi tía Elena y con mi mami; tres mujeres que estaban muy pendientes de mí. Y a Olvido le pasó lo mismo. Tenemos ese modelo de lo que es criar a un niño, y ser padres nos obligaría a renunciar a muchas cosas. Fangoria tiene este año 80 conciertos y llevarse a un niño en una furgoneta es una faena para el niño. La llamada de la paternidad está próxima. El problema que tenemos nosotros es la diferencia de edad. En lo único que noto esa diferencia es en este tema. Olvido va a cumplir 48 años y el reloj biológico pasa. Y yo tengo 37 y aún no me siento muy preparado para ser padre. Pero si nos perdemos esa experiencia, tenemos a los hijos de nuestros amigos y seremos unos buenos tíos.
-¿Es fácil trabajar con Elsa Pataky?
-Sí. Es una curranta y una guerrera nata. Tiene muy claro lo que quiere en esta vida y está luchando por conseguirlo. Su mejor representante es ella misma. Ahora ha decidido invertir su tiempo en labrarse un futuro en Hollywood y lo va a lograr. Y Leonor Watling es igual de activa. A mí me gusta la gente que hace cosas. La que se queja por quejar no me interesa absolutamente nada. Porque hoy puedes hacer todo lo que te propongas.
-El desnudo de Pataky aún se comenta...
-Ella tiene que aprender a creérselo más y a ser consciente de que es una de las personas más deseadas de este país. A veces no se da cuenta de quién es. Es un poquito ingenua, pero porque no se lo tiene nada creído. En todo caso, yo las cosas malas ni las proceso. Cuando veo que alguien viene con mala leche, me doy media vuelta y me voy.
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