jueves, 4 de agosto de 2011

**REIVINDICANDO, digo...

 
Me siento un poco estafada en materia de educación; entendedme, que no quiero ser injusta ni desagradecida, porque que me siento tremendamente afortundada por haber tenido acceso a muchos recursos educativos a lo largo de mis casi cuarenta años (aggggggggggggg ;-D ...el año que viene empiezo a descontar, fijo...).  He podido estudiar, he podido viajar (Oslo, Londres, Túnez...), he conocido a gente maravillosa, he aprendido infinito... pero, en pleno siglo XXI -tiempo de adelantos tecnológicos, de avances en materia de derechos humanos (al menos en teoría)...- asisto, atónita, a la exaltación de la ignorancia que se hace en la televisión, el más poderoso mass media que dirige, organiza y manipula a quienes somos gentecilla de a pié (con todos mis respetos, ¡¡faltaría más!!).


Me resulta triste y lamentable la desvalorización progresiva que se le ha ido dando al hecho de tener cultura, de saber, en mayúscula; leer es un hobby de literatos prehistóricos y escribir sin faltas de ortografía, es pedante, cutre y demodé. Es decir, ke si no escrivo con faltas de hortografia, no soi nadie ni estoi en la onda... Ya ni hace falta decir que "me gustan los documentales de la 2", porque no le interesa a nadie (a algunos, por lo menos, aún nos queda REDES...)


...para mi gusto, una pena. Está claro que hay que adaptarse a los tiempos, que hay que ser realista y asumir los cambios que se van dando socialmente, así como lo que dichos cambios suponen en todos los aspectos de la vida. Pero de ahí, a tener que escuchar lo lejos que ha llegado nosequé contertulia del corazón -por decir algo-, sin tener ni gota de cultura, sólo por el hecho de ser EX de o por haber sido una pobre mujer -también por decir algo-, me resulta canalla. E injusto, la verdad. Cuánta gente hay muy formada, preparada y con ganas de trabajar y que no puede acceder a un puesto de trabajo digno. Ya no digo pensar en cobrar lo que cobran los de la tele, los futbolistas o la panda de mafiosos (perdón, quería decir empresarios) que pululan entre las sombras de este país. No. Sólo hablo de un sueldo que permita salir adelante, sin más pretensiones que la de llegar a fin de mes con un poco del holgura. Sencillita la ecuación.


Pero resulta que entre la picaresca, el paro, la pandereta y el choriceo, el tema está complicado, por no decir...eso, complicado.Y ahí es donde recuerdo cuántas cosas nos promete la educación y qué poquitas se cumplen. Que quizá el trivial se me dé mejor que a otros, que quizá pueda abrir la mente para según qué temas, que quizá mi educación me impida discutir cuando sé, positivamente, que tengo razón... Quizá. Pero, sinceramente, no creo que tantos años de alienación, de castración y de sufrimiento impotente compensen el resultado final.


Aspiro a vivir en libertad. Pero sé que no es posible. Porque de cerca o de lejos, directa o indirectamente, siempre hay una mano que mece la cuna... y así, no se puede ser libre. Sinceramente? Ojala pudiera haber elegido, porque me habría ido de cabeza a la escuela libre, a la democracia hippy, al aprender aprendiendo... Y por el camino, habría tenido claro qué, cómo, dónde y por qué. Sin tener que pasarnos el día demostrando que sabemos pasar por el aro, no que somos capaces de aprender...


Oigggg, lo siento.
Jueves reivindicativo.
Llego tarde al 15-M, aunque ahí tenemos el 20-N...
Qué malo es ver la tele, ¡¡de verdad!!

Mis chicos,
mis chicas,
mi luz...
¡¡que no decaiga!!
Al final, siempre vuelve a amanecer.
Seguro.

Del paso del tiempo...

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