martes, 5 de abril de 2011
**DE PASEO POR LA VIDA...
A veces se me olvida disfrutar de las pequeñas cosas, sumergidos como estámos en un día a día loco, ruidoso casi siempre y encorsetados en eso del "qué dirán" y de que "hay que hacer lo que toca". Sin libertad, no vaya a ser que sea complicado gestionarla. Y hoy, volviendo a casa con las ventanas del coche bajadas, me he dado cuenta de que Valencia ya huele a azahar. Es un olor maravilloso, envolvente, un olor que produce bienestar y paz. Y me he parado un rato a pasear entre los naranjos, a dejar que el sol iluminara mi piel y me posara sus últimos rayos antes de sucumbir al abrazo de la noche. Ha sido un momento muy dulce, un momento de generosidad que la naturaleza ha querido regalarme y que he decidido no volver a perderme. No quiero encajarme entre cuatro paredes, encajarme en la pantalla del ordenador; no quiero que la vida se pase sin darme cuenta...
...así que os animo a que, en buena compañía, paséeis, sin más pretensiones que estar a gusto, que sonreir por sonreir; pasear para sentir que el cuerpo se pone en marcha, que se enciende el deseo y la pasión por compartir momentos especiales. Pasear porque nuestro corazón nos lo va a agradecer...
Y aquí, un regalazo.
Porque ESTO, es una locura maravillosa.
Claro que me quedo a bailar...
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