miércoles, 23 de marzo de 2011

** LECCIONES DESDE JAPÓN


Ante todo y antes de que se me olvide, vaya desde este humilde rincón mi gratitud infinita por el esfuerzo que hacéis muchos en pasaros por el blog, en dejarme vuestras impresiones y en haceros seguidores, que es una forma preciosa de recordarme que estáis cerca y que sigue habiendo cosas que merecen la pena, porque las personas merecemos la pena. Gracias infinitas por por cuidarme, por tenerme presente, por confiar.

(...)

Las noticias sobre Japón me pillaron un poco desprevenida, por decirlo de alguna forma; el finde fue tiempo de locura y de desinformación y no supe de lo ocurrido hasta varios días después. Lo que me hace pensar en que la información es importante, en que hay que saber qué ocurre en el mundo porque todo nos afecta y todo nos enseña. Y eludir la responsabilidad de que las desgracias nos afecten, nos hace un poco menos sensibles.




Me decía ayer un hombre sabio -de esos que tengo la suerte de ir conociendo-, que dentro de la desgracia, el hecho de que haya ocurrido en Japón la ha hecho menos mala. Por la actitud de los japoneses, por la forma de entender la vida, de entender derechos y obligaciones, por dejar siempre un sitio a las necesidades ajenas. Ese es el quid que le falta a muchas sociedades: que en horas buenas y en horas malas, al final sólo nos preocupamos de nuestro propio ombligo, olvidando que puede haber alguien peor, que puede haber quien se quede sin nada por nuestro propio egoismo, que pensando en los demás es posible avanzar. En positivo.

En esta línea, os invito a leer este artículo que firma David Jiménez y que, como dice Elsa Punset, "ilustra algunas de las complejidades psicológicas que entrañan nuestras diferencias, y nos recuerdan que estar abiertos a estas diferencias, sin juzgarlas pero intentando comprenderlas, puede ser una clave importante para elegir conscientemente cómo queremos vivir".




http://www.elmundo.es/elmundo/2011/03/20/internacional/1300609440.html


Hoy hace un día gris en Valencia;
pero siempre queda un café en buena compañía,
un ratito de risas (youtube es una fábrica maravillosa),
una dósis de endorfinas en el gim,
un empacho de sofá y mantita,
un masaje rico y tiernote...
;-)

¡¡Mil besitos!!


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