No sé si por haber crecido con la EGB, porque estudié en un colegio graaaaande o porque tuve profesores con mucha vocación y mucho amor a su trabajo, pero de una forma u otra, cuidar la calidad de la ortografía fue uno de los puntos fuertes de mi educación. Así lo he recibido y así lo valoro, con lo que a mí es fácil conquistarme con una buena dósis de literatura cuidada y mimada, actualmente, por cierto, en peligro de extinción. En mi primera intención vital quise ser periodista (supongo que nunca es tarde para según qué cosas y yo, que abro más puertas que un portero, igual un día me pongo a ello...) y no sabéis cuánto insistí para que se me comprara una máquina de escribir, pero de las de antaño, sin opción de retroceso ni nada. Máquina, que por cierto, aún conservo, con mucho cariño y hasta con un poco de orgullo... :-)))
Escribir con pluma -objeto que colecciono, por cierto- y a mano es algo que aún sigo haciendo aunque lo considero como parte de mi intimidad; casi todas las noches escribo algo, una reflexión, una lista, un poema... Me gusta y me atrapa en mi propia esencia, me reencuentro conmigo misma. Y siempre, escriba lo que escriba y donde lo escriba, cuido con sumo cuidado la ortografía. De hecho, es que no me sale escribir mal, me desentona. Está claro que hay que adaptarse a los tiempos que corren; los sms-s han sido la gran revolución lingüística de la última década y ha florecido un desmedido afán por aprender inglés (que no digo yo que esté mal aprender), desbancando al hecho lógico de afianzar la propia lengua, considerando que "un par de faltas de ortografía no hacen daño a nadie". Aún recuerdo las primeras clases particulares que dí; invertí más tiempo en enseñar cómo se redactaba con un poco de gracia y de coherencia, y por supuesto sin faltas de ortografía, que enseñando la propia materia.
Quizá mi interés por escribir bien sea desmedido, es posible; pero creo que hay dos cosas importantes para una cultura: que su gente sea culta -instruída, cultivada- y que no se den pasos atrás en la riqueza de la lengua. El castellano, dicho sea de paso, es un idioma riquísimo, en forma y en fondo. Ortografía y gramática. Un idioma con un extenso vocabulario, lleno de sinónimos y palabras propias para designar a casi todo. Así que con todos mis respetos, los cambios que suenan a retroceder -como los propuestos por la RAE- no caen bien. Si algo ya está y está bien, ¿por qué hacerlo desaparecer?
Recojo, brevemente, los cambios que previsiblemente entrarán en vigor antes de Navidad, si nadie lo remedia :-(
Una de las reglas más controversiales es la recomendación de utilizar la tilde diacrítica en palabras como “solo”. Anteriormente se diferenciaba el adjetivo “solo” de su adverbio a través del uso de la tilde. La RAE desalienta su uso incluso en situaciones donde podría haber ambigüedad, aunque no condena su uso.
Las palabras monosílabas como 'guión' y 'truhán' ya no llevarán tilde. Anteriormente se aceptaba su uso para quienes consideraran que hubiera un hiato al pronunciarse.
Los prefijos 'ex', 'anti' y 'pro', ahora irán unidos a las palabras que modifican, como en 'exmarido', excepto en casos donde la palabra que modifica sea compuesta, como en ex primer ministro.
Las letras del alfabeto también sufrieron modificaciones. La 'b' será "be" y no "be larga” o “be grande”, como se la denomina en algunos países de América. La 'v' será “uve” y no “v corta” o “ve chica”. La 'y' pasará a llamarse “ye” y no “y griega”.
Las letras 'ch' y 'll' perderán su lugar entre las letras del alfabeto español; así, ahora el alfabeto contará con 26 letras.
Pensemos que los cambios se proponen para bien.
Supongo que el tiempo lo dirá...
...de mientras, os dejo otros artículos interesantes sobre éste mismo tema.
:-)
*http://www.cabronos.es/2010/11/los-cambios-de-la-rae.html
*http://www.diariodecultura.com.ar/web/news!get.action%3Bjsessionid=5C07CA090E4BF5606A893AFCEFA39AA2?news.id=3544
*http://alquimistas.evilnolo.com/2005/11/13/horrores-ortograficos-mas-comunes/
*http://felixjtapia.org/blog/post/23673
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