lunes, 4 de octubre de 2010

** DE AMORES, ENVIDIAS E INTELIGENCIA EMOCIONAL...

Una vez más -porque no es la primera vez-, he quitado el mini.-chat del blog. Más que nada porque en este momento de serena paz de la que disfruto, no me apetece que surjan elementos que distorsionen dicha paz. Que creo que me la he ganado a pulso.

Tengo una máxima a la que procuro ser fiel con todo mi respeto y todo mi cariño: "no meterme en la vida ajena". Cada cual es libre de hacer y de decidir, de poner y de quitar, de sentir y de soñar (quereres y obligaciones, claro) sin que nadie más interfiera en ese ramillete de afectos que es la vida. Y por alusiones, hoy he sentido invadida mi intimidad; llámenme suspicaz, si eso. Invadida porque me gustan las cosas a la cara, de frente, sin trampas; o al menos, sin que se noten las trampas. Me gusta que se me cuestione, claro, porque toda crítica con cariño sirve para crecer. Pero como ya he vivido en propia carne que hay que tener una buena mochila llena de inteligencia emocional para criticar sin ofender, también he aprendido que hay tanta envidia como afectos en negativo podamos imaginar.

Procuro no meterme con nadie, no cuestionar, desde luego no juzgar; y sencillamente, pido lo mismo, ni más ni menos. Por eso me molesta y me duele que se cuestione mi trabajo, que adoro y que ofrezco con todo mi cariño y toda mi sencillez. Por descontado, me considero una buena profesional; me apasiona el mundo de los masajes y toda la energía que se crea alrededor, en un tono deportivo, en uno sensitivo o en uno rehabilitador. Y desde luego siempre procuro dar lo mejor de mí misma, sin máscaras y sin inventarme algo que no soy.

Hace tiempo que decidí que no me interesa la gente que sólo vive para malmeter, molestar y hacer daño; evidentemente, habrá quien disfrute más de mis masajes y habrá a quien no le gusten, como la vida misma. Se me puede sugerir, dirigir, enseñar, reconducir; me encanta aprender y siempre estoy dispuesta. También tengo días mejores y otros más torcidos, no voy a negarlo; pero de ahí a generar conflicto y envenenar, va un gran paso.

En fín, hoy ha tocado declaración de principios.
Gracias, de paso, por las muestras de afecto que se han colado en mi buzón de correo.
Y si alguien quiere contactar conmigo, para el fín que sea, sabe que mi email siempre está disponible. Pero nada más de modo público; la libertad, como otras tantas cosas, hay que saber usarla...


Mil besos guerreros,
;-)


SÓLO EL AMOR...

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