jueves, 29 de abril de 2010

**EL (MILAGRO) BODY -BALANCE (el nombre si que es un acierto de marketing ;-D)

Llevo ya varios días pensando si escribir (o no) un post sobre las archifamosas pulseras body-balance; a veces manifestar una opinión crítica hacia algo no hace sino darle publicidad, pero por una vez me arriesgo. No sé si quienes leéis el blog sabéis de que se trata, pero seguro que si os remontáis a otras decádas, recordaréis productos similares tales como la pulsera contra el reúma o la estabilizadora de chakras o llámele-ud-como-le-plazca. El caso es que, más cerca de lo que me gustaría, he visto cómo se me defendía a ultranza las bondades de estas pulseras, queriendo hacerme creer a mí -que soy el colmo del escepticismo en estos temas- que no llevar una pulsera era lo menos "in" del momento porque todos los famosos, famosillos y demás personajes públicos visibles la llevan ;-O Por no mencionar la cantidad de beneficios que iba a dejar de disfrutar, es decir, un aumento del equilibrio, de la fuerza, de la flexibilidad, de la resistencia, del enfoque, de la coordinación y del ritmo. Si aumento en ritmo, me presento a bailarina profesional ;-P

No sé si la sugestión funciona y al final todos vivimos de la sugestión porque necesitamos que algo o alguien nos reafirme constantemente; quizá un curso acelerado de autoestima sería más productivo que una pulsera... Que las personas, aunque sean visibles socialmente y tengan una cuenta corriente de infarto -ese es el argumento de éxito en la sociedad actual, tener mucho para consumir más-, no dejan de ser personas. Y quizá su éxito se deba más a un golpe de suerte que a su talento o a su condición. Habría que matizar, como siempre. Pero, asumiendo que los modelos sociales nos influyen más de lo que creemos, con todo mi cariño y sin maldad, apunto que tres de las personas que sé que llevaban la susodicha pulsera, se han lesionado últimamente... ¿qué hay que creer? ^_^

power balance

Ayer se manifestó el Ministerio de Sanidad respecto a las pulseras y la OCU ya ha recibido varias denuncias, sobre todo por publicidad engañosa. El prospecto habla de la ciencia de la curación, de reajustar el equilibrio energético corporal. Es decir, me pongo la pulsera y por arte de birlibirloque mi vida se organiza hacia un estado de paz zen (una de cada color, ¡por favor! que por cierto la de color rosa son monísimas...) Y además, yo no sé si recordáis que en el cole ya hacíamos una prueba parecida, aquella de que te crecía el brazo si te tocabas el codo dos veces. Y el milagro se obraba en cuestión de segundos ... aproximadamente unos diez segundos, que es el tiempo de respuesta del cuerpo a un segundo estímulo que ya podemos anticipar (estas son las pruebas que hacen los comerciales o quienes usan la pulsera y pretenden por todos los medios que te compres una). Ahora pensad un ratito en vuestra vida, en el momento actual que vivís; visualizad la situación laboral, la situación sentimental, el estado de vuestro cuerpo... ¿No se os ocurren muchas alternativas para mejorar las situaciones que se supone que os equilibraría la pulsera? Llamadme humanista, si queréis...

A ver. Que tener fe y creencias está muy bien y es totalmente lícito; y que seguro que hay quien duerme mejor, quien corre más y quien canta y baila de consurso. Pero creer que un objeto, un holograma en plan Visa (y ya van dos marcas que mento hoy, ¡¡esta sociedad consumista...!!) va a generar un campo electromagético y va a dotar a nuestro cuerpo de poderes extrasensoriales, es un poco exagerado, ¿no? Mejor hagamos las cosas bien y de verdad; practiquemos deporte, descansemos correctamente, respiremos aire puro, nutrámonos con rayos de sol (protegidos, eso sí), disfrutemos de aeróbicas y amorosas sesiones de alcoba, alimentémonos con equilibrio, hidratémonos, regalémonos algún capricho que otro... y entonces tendremos las directrices energéticas necesarias para que todo fluya, para que la energía sea positiva, creativa y productiva; para que nos sintamos en paz y podamos sembrar paz a nuestro alrededor. No hay misterio ni pulserita que valga para estar mejor. El secreto lo llevamos dentro y sólo tenemos que encontrar la fórmula para hacerlo visible...





...que las personas, como seres únicos e irrepetibles,
somos geniales, sin aderezos ni atrezzo barato.


Un beso,
mis chicos.

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