...Acabo de ducharme; el olor del jabón, de una colonia fresquita y de una crema bien repartida por todo el cuerpo son, a pirori, alicientes para un espacio dulce y seductor con la pareja. Pero cuando un@ mira al sofá y se encuentra con la vieja camiseta de naranjito 82, el pijama de cuadros, unas zapatillas de paño y las migas del bocadillo repartidas entre la barriga y la manta, la verdad es que desaparece toda la magia y el hidalgo caballero que antaño conseguía hacernos temblar de emoción, aparece de repente como Sancho Panza, escudero regordete y pelín torpe que no nos inspira ningún tipo de sensualidad. Si al miraros os reconocéis como Homer, chicos míos, haced algo para remediarlo ¡ya!.
Sé que muchos os quejáis de que, con el paso de los años, las mujeres nos volvemos más frías, más aburridas, más monótonas y más tocapelotas ;-D. Asumamos, mujeres del mundo, nuestra parte de culpa en el proceso pero aceptad también vosotros, hombres maravillosos, vuestra dejadez, vuestra falta de romanticismo (¿hace cuánto no regaláis un detallito tontorrón pero lleno de cariño?), de entrega, de generosidad y de glamour. Hay que cuidar las relaciones, el afecto, los sentimientos; hay que comunicarse, con las palabras y también con los silencios. Hay que pedir pero también dar. Hay que ser amables, saber reirse de un@ mism@ e incluso de las situaciones más complicadas; hay que compartirse con ternura y con toda la paciencia del mundo...
Recuperad un poco de espacio propio;
regaláos un ratito especial
y recargad esa energía
que a veces brilla por su ausencia.
Pasad por mi saloncito
y olvidáos de problemas,
estrés y crisis
y dejáos envolver
por la magia del bienestar
y del placer...
¡¡Os espero!!
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