domingo, 21 de febrero de 2016

** DEL ABRAZO QUE SANA...



Tuve un amiguete médico que decía que si nos prodigáramos más en el cariño y en la ternura, consumiríamos muchas menos medicinas. Que la pasión y las caricias curan, Que el amor cura. Y la verdad es que lo creo firmemente, porque pocas cosas hay más reconfortantes que un abrazo certero en el momento necesario. Un abrazo de esos intensos, llenos de luz y de generosidad. Un abrazo de "eh, estoy aquí, todo va a ir bien".



Muchos estudios hablan de las bondades de un abrazo, como por ejemplo...
1. Incrementa tu confianza y seguridad
2. Reduce los sentimientos de enojo y apatía
3. Favorece la felicidad y mejora tu estado de ánimo al elevar la serotonina
4. Fortalece tu sistema inmune al aumentar la producción de glóbulos blancos
5. Incrementa tu autoestima
6. Relaja los músculos
7. Libera la tensión del cuerpo al equilibrar el sistema nervioso
8. Disminuyen la presión arterial
9. Reduce el riesgo de padecer demencia
10. Rejuvenece tu cuerpo al estimular el nivel de oxígeno en la sangre




Por la misma teoría, también creo que echarnos de golpe a la espalda todos los problemas que la vida se empeña en ofrecernos -por aquella de crecer, de superar retos, de hacernos grandes y blablabla...¡¡leñe con la vida!! ;-DD-, nos hace daño al cuerpo. Pero daño de verdad. Sin duda de las sátiras de juvenal nos podíamos quedar con aquel "mens sana in corpore sano" (aunque a lo largo de los años nos hemos dejado por el camino la primera parte que dice que "se debe orar para que se nos conceda una mente sana en un cuerpo sano..." ;-DDD) e incluso darle la vuelta y proclamar un "corpore sano in mens sana". Lo que nos duele, lo que nos es tóxico... de uno en uno, por favor.





Demos a las cosas la importancia que se merecen; en orden, con sentido, sin prisa, sin miedo.
Y regalAos un ratito de mimos saludables -de los que curan- al calor del saloncito.
Mil besos, mis chicos.