lunes, 31 de agosto de 2015

** DE MI PROPIA VIDA. Oliver Sacks.




Ayer murió Oliver Sacks, afamado neurólogo y escritor que ha dejado un importante legado literario en relación a sus investigaciones sobre la mente y a los casos de sus pacientes. Yo lo recuerdo porque leímos varios de sus libros en la carrera y fue un gran descubrimiento para mí, sobre todo por la pasión que trasladaba con cada una de sus palabras; como ejemplo, la carta de despedida que os adjunto, que es un relato lleno de sabiduría y de absoluta sensatez. 
Disfrutemos no solo de los últimos días de este verano soleado y caluroso sino, sobre todo, de todas y cada una de las cosas que dios, el destino, el azar, los astros, el karma o la energía de los chakras nos pone en el camino. Y seamos agradecidos por poder exprimir al máximo la savia de la vida. Sin duda.

Paz y bien, mis chic@s.





"Hace un mes me encontraba bien de salud, incluso francamente bien. A mis 81 años, seguía nadando un kilómetro y medio cada día. Pero mi suerte tenía un límite: poco después me enteré de que tengo metástasis múltiples en el hígado. Hace nueve años me descubrieron en el ojo un tumor poco frecuente, un melanoma ocular. Aunque la radiación y el tratamiento de láser a los que me sometí para eliminarlo acabaron por dejarme ciego de ese ojo, es muy raro que ese tipo de tumor se reproduzca. Pues bien, yo pertenezco al desafortunado 2%.


Doy gracias por haber disfrutado de nueve años de buena salud y productividad desde el diagnóstico inicial, pero ha llegado el momento de enfrentarme de cerca a la muerte. Las metástasis ocupan un tercio de mi hígado, y, aunque se puede retrasar su avance, son un tipo de cáncer que no puede detenerse. De modo que debo decidir cómo vivir los meses que me quedan. Tengo que vivirlos de la manera más rica, intensa y productiva que pueda. Me sirven de estímulo las palabras de uno de mis filósofos favoritos, David Hume, que, al saber que estaba mortalmente enfermo, a los 65 años, escribió una breve autobiografía, en un solo día de abril de 1776. La tituló De mi propia vida.






“Imagino un rápido deterioro”, escribió. “Mi trastorno me ha producido muy poco dolor; y, lo que es aún más raro, a pesar de mi gran empeoramiento, mi ánimo no ha decaído ni por un instante. Poseo la misma pasión de siempre por el estudio y gozo igual de la compañía de otros”.


He tenido la inmensa suerte de vivir más allá de los 80 años, y esos 15 años más que los que vivió Hume han sido tan ricos en el trabajo como en el amor. En ese tiempo he publicado cinco libros y he terminado una autobiografía (bastante más larga que las breves páginas de Hume) que se publicará esta primavera; y tengo unos cuantos libros más casi terminados.






Hume continuaba: “Soy... un hombre de temperamento dócil, de genio controlado, de carácter abierto, sociable y alegre, capaz de sentir afecto pero poco dado al odio, y de gran moderación en todas mis pasiones”.


En este aspecto soy distinto de Hume. Si bien he tenido relaciones amorosas y amistades, y no tengo auténticos enemigos, no puedo decir (ni podría decirlo nadie que me conozca) que soy un hombre de temperamento dócil. Al contrario, soy una persona vehemente, de violentos entusiasmos y una absoluta falta de contención en todas mis pasiones.


Sin embargo, hay una frase en el ensayo de Hume con la que estoy especialmente de acuerdo: “Es difícil”, escribió, “sentir más desapego por la vida del que siento ahora”.






En los últimos días he podido ver mi vida igual que si la observara desde una gran altura, como una especie de paisaje, y con una percepción cada vez más profunda de la relación entre todas sus partes. Ahora bien, ello no significa que la dé por terminada.


Por el contrario, me siento increíblemente vivo, y deseo y espero, en el tiempo que me queda, estrechar mis amistades, despedirme de las personas a las que quiero, escribir más, viajar si tengo fuerza suficiente, adquirir nuevos niveles de comprensión y conocimiento.


Eso quiere decir que tendré que ser audaz, claro y directo, y tratar de arreglar mis cuentas con el mundo. Pero también dispondré de tiempo para divertirme (e incluso para hacer el tonto). De pronto me siento centrado y clarividente. No tengo tiempo para nada que sea superfluo. Debo dar prioridad a mi trabajo, a mis amigos y a mí mismo. Voy a dejar de ver el informativo de televisión todas las noches. Voy a dejar de prestar atención a la política y los debates sobre el calentamiento global.






No es indiferencia sino distanciamiento; sigo estando muy preocupado por Oriente Próximo, el calentamiento global, las desigualdades crecientes, pero ya no son asunto mío; son cosa del futuro. Me alegro cuando conozco a jóvenes de talento, incluso al que me hizo la biopsia y diagnosticó mis metástasis. Tengo la sensación de que el futuro está en buenas manos.


Soy cada vez más consciente, desde hace unos 10 años, de las muertes que se producen entre mis contemporáneos. Mi generación está ya de salida, y cada fallecimiento lo he sentido como un desprendimiento, un desgarro de parte de mí mismo. Cuando hayamos desaparecido no habrá nadie como nosotros, pero, por supuesto, nunca hay nadie igual a otros. Cuando una persona muere, es imposible reemplazarla. Deja un agujero que no se puede llenar, porque el destino de cada ser humano —el destino genético y neural— es ser un individuo único, trazar su propio camino, vivir su propia vida, morir su propia muerte.






No puedo fingir que no tengo miedo. Pero el sentimiento que predomina en mí es la gratitud. He amado y he sido amado; he recibido mucho y he dado algo a cambio; he leído, y viajado, y pensado, y escrito. He tenido relación con el mundo, la especial relación de los escritores y los lectores.
Y, sobre todo, he sido un ser sensible, un animal pensante en este hermoso planeta, y eso, por sí solo, ha sido un enorme privilegio y una aventura.


Oliver Sacks, catedrático de Neurología en la Facultad de Medicina de la Universidad de Nueva York, es autor de numerosos libros, entre ellos Despertares y El hombre que confundió a su mujer con un sombrero".


© Oliver Sacks, 2015.
Este artículo se publicó originalmente en The New York Times.




domingo, 30 de agosto de 2015

*** ATLETISMO ON THE ROCKS.... ;-D

Creo que ya lo he dicho más veces y si no lo he dicho, lo digo ahora: presento mi más absoluta y profunda admiración por los decatletas, semidioses del deporte. Si el otro día comentaba que el partido de semifinal de Carolina Marín (bádminton) era digno de cualquier curso de motivación, crecimiento personal, coaching y demás, ahora añado el mundial de Ashton Eaton, con especial hincapié en la última carrera de 1500, de la que dependía superar su propio récord del mundo. Cada categoría de esta especialidad requiere un trabajo increíble, per el resto que le ha echado Eaton a los 1500 ha sido titánico. Alucinante. Él ha marcado el récord pero no se ha de menospreciar, en absoluto, al resto de deportistas porque considero que hacen un trabajo grandioso (representación española incluída). Absolutamente fascinada me tienen.




El decathlón es una modalidad en la que se aglutinan diez especialidades. El primer día se disputan las siguientes pruebas y en este orden:
  • 100 metros lisos
  • Salto de longitud
  • Lanzamiento de peso
  • Salto de altura
  • 400 metros lisos

En el segundo día:
  • 110 metros vallas
  • Lanzamiento de disco
  • Salto con pértiga
  • Lanzamiento de jabalina
  • 1500 metros lisos
Se va puntuando cada prueba por separado y al final, quien más puntos tiene, se hace con el podio. Así de ¿fácil? Creo que es increíble que haya gente que sea capaz de hacer bien las diez pruebas. Me rindo a sus pies.





Disfrutad de los últimos coletazos del verano antes de que el principio de curso venga a secuestrarnos ;-DD La primera semana de Septiembre andaré fuera, pero el día 7, lunes, vuelvo al saloncito con fuerzas, ilusiones y sueños renovados.
Mil besos, mis chic@s.
Paz y bien.




martes, 25 de agosto de 2015

** VIVIENDO...




Con los años y gracias a lo mucho que he vivido -vislumbro, peligrosamente, el medio siglo ;-O - he aprendido muchas cosas, la  verdad; con algunas experiencias he crecido, otras sencillamente las he asumido, otras veces he vuelto a equivocarme cometiendo el mismo error (¿cómo es posible? ni idea, pero así es...) y otras veces he sonreído llena de felicidad y he podido sentir que tampoco lo estoy haciendo tan mal.

Uno de esos aprendizajes que valoro infinito es el de haber conseguido pensar en positivo; no me refiero a soñar y a vivir en los mundos de Yuppi, no, porque eso no va conmigo. Me gusta demasiado aprovechar el tiempo, ordenar mis pasos y estar en un eterno tempo de creación, ¡qué le voy a hacer! Pero sí me refiero a no adelantar acontecimientos (ni buenos ni malos), a no agobiarme antes de que se haya presentado el problema, a no anticipar catástrofes ;-D. Y es que es preferible pelear con los gigantes de uno en uno que no querer iniciar una cruzada con una lanza y un escudero.

"¿No sabes tú (amigo Sancho) 
que no es valentía la temeridad?"





Que no quiere decir que no haya que dejar un sitio a la locura, ¡por supuesto! Pero sobre todo creo que hay que ser coherente con la propia escala de valores (creencias, espiritualidades, civismos, ordenanzas caseras, amores....) y buscar incansablemente aquello que nos haga felices. Así de fácil y así de complejo. Pero así de satisfactorio también.

Así que, personalmente, espero seguir soñando hasta el último día de mi vida (que lo firmo lejano, con la venia ;-D); espero tener mil y un caminos que elegir, mil y una ilusiones que me impulsen a seguir, mil y un proyectos por los que seguir luchando.





Y mientras mis pasos me dejen aquí, os espero en el saloncito, para uno de esos altos en el camino que nos ayudan a coger impulso y llenar de sensaciones placenteras parte de nuestra mochila.
Besos, mis chic@s.
Paz y bien.





"...si Dios puso la manzana fue para morder..."





PD: ¿Habéis probado a poner un poco de canela al café? Espectacular...
(¡Estáis invitad@s!)

viernes, 21 de agosto de 2015

** OVERNIGHTS PARA LA VIDA ;-))))




¡Quince días sin escribir!
No puede ser, lo sé y lo siento... El verano me ha atrapado entre sus redes y ando trasteando con la cocina, la thermomix (¡qué delicia!), el ebook y los overnights (avena remojailla en leche, yogur y tooooodo lo que se no ocurra añadir ;-D). Cosas muy sencillas, cierto, pero que equilibran mi paz cuarentañera. Un gran momento de mi vida, dicho sea de paso.

Desde aquí, aunque llego un poco tarde,  mi más sincera admiración por Carolina Marín, súper bicampeona del mundo; reconozco que el badminton no es un deporte que a priori me atraiga en exceso pero vi el partido de semifinal y después la final con absoluta devoción. La remontada de la semifinal me parece un ejemplo digno de análisis en cualquier curso de coaching deportivo, psicología deportiva, entrenador/-a, formador/-a, PNL y demás. Porque fue es-pec-ta-cu-lar. Sin olvidar que apenas tiene 22 años... Ole Carol.




Leo también, con grandísima pena, que las llamadas al teléfono 016 de ayuda a víctimas de violencia registran un máximo histórico. Sigue enferma nuestra sociedad....

Y que ha muerto Lina Morgan, referente para el mundo del espectáculo en España.

Y que el Athletic ganó la Supercopa de España y que Bilbo se volcó con "esa cuadrilla de amigos",,, (¡Ay qué rico Aduriz! Con permiso de ni Emery, claro... ;-DDDD)





Y avanza el verano -fiestas de Bilbo como colofón- y enseguida llega Septiembre, con el nuevo curso -que a mi personalmente suele costarme bastante-, cambio de estación, bajones postvacacionales, rutinas y demás ;-DDD

Así que disfrutemos de los últimos coletazos de este Agosto; disfrutemos del sol, de la lluvia, de los besos, de los abrazos, del trabajo, de la buena gente. Disfrutemos de la familia, de paseos amorosos, del sofá, de los hobbys que nos hacen bien, de sonreír desde alma. Disfrutemos de las cosas pequeñas, de los detalles, de despeinarnos, de la luz, de soñar, de viajar, de jugar... ¡Disfrutemos!
Y hagamos overnights con todo aquello que la vida nos ofrece, sin descartar nada. Sólo es cuestión de encontrar la mezcla perfecta...





Os espero, mis chicos.
Aún mantengo el horario de verano hasta el día 31 de Agosto (de nueve y media a siete, más o menos); después cerraré del 1 al 6 de Septiembre -cursito en Madrid, a ver qué tal- y a partir del lunes día 7, vuelta al horario de otoño-invierno. De momento por la mañana y las tardes aún por ver. Os iré informando.

Gracias a todos l@s que habéis pasado este verano por el saloncito.
Ha sido un placer.
¡¡Besos mil!!





lunes, 3 de agosto de 2015

¿ESTOY EN EL CAMINO QUE QUIERO? :-)




Me escapo unos días al sol de Levante. A desconectar. A olvidarme del teléfono. A hacer más o menos nada ;-DD. Pero el lunes día 10 abro de nuevo las puertas del saloncito, para volver a regalarnos mimos y ternura.

De mientras, os dejo unas preguntas con las que enfrentaros a vuestro presente y dar la forma que os gustaría a vuestro futuro, al menos en cierta medida. Salir de la zona de confort no es sencillo pero mucho menos agradable es sabernos encerrados en una realidad que no nos llena y que no nos hace felices.





Dedicaos un ratito personal para reflexionar -si escribierais vuestros pensamientos, dudas, necesidades, anhelos y sueños sería aún mejor- y describid dos o tres objetivos hacia los que dirigir vuestros pasos al acabar el verano. Y a ver qué pasa...

Mil besos, mis chicos.
Felices días.





1. “¿Me despierto feliz cada día?”
2. “¿Cuáles son mis virtudes y defectos?”
3. “¿En qué suelo gastar mi tiempo? ¿Por qué? ¿Para qué?”
4. “¿En qué soy buen@?”




5. “¿Quiénes me rodean y cómo me hacen sentir?”
6. “¿Cómo imagino mi futuro?¿Es similar a lo que siempre quise?”
7. “¿Soy honest@ conmigo mismo?”
8. “¿Es esto lo que realmente quiero y me hace feliz?





9. “¿Qué es lo que he aprendido en todo este tiempo?”
10. “¿Estoy seguro de lo que haré de aquí a un par de años más?”
11. “¿He podido hacer todo lo que quiero?”
12. “¿Todo esto me hace sonreír?”





13. “¿Es por esto por lo que quiero ser recordad@?”
14. “¿He podido disfrutar la vida? ¿Me preocupo demasiado por todo?”
15. “¿Qué me trajo hasta aquí?”
16. "¿Me gustaría tener otro trabajo distinto... vivir en otro lugar...tener otra pareja... cultivar otros hobbys?"